Raw Food para todos, una Alimentación Radiante
Me siento a escribir este artículo porque deseo compartir contigo mi experiencia en la dieta cruda y mi conclusión al respecto. Aviso que este es un artículo extenso. A pesar que no profundizo en ningún punto en concreto, pues eso me llevaría a escribir un libro (¡!) pero considero importante recorrer estos puntos antes de llegar a mi conclusión.
Tras llevar casi dos alimentándome con prácticamente el 100% de alimentos crudos, no puedo estar más convencida de que una dieta en la que éstos predominan es la mejor opción para mantenerse sano, vital e incluso recuperar y potenciar la salud. Si, evidentemente porque lo leí, y sigo leyendo muchos estudios. Existen notables evidencias de que es así, pero más importante para mi: porque lo he experimentado.
Ahora bien, desde mi experiencia, alimentación cruda NO es sinónimo de saludable per se, igual que el veganismo tampoco tiene porqué serlo (ni lo es la gran mayoría de las veces). Debo reconocer que en mi caminar he cometido errores y también he aprendido que como todo en la vida, este tipo de alimentación, tampoco tiene porqué ser buena para todos.
Escribo este artículo para ti, desde mi corazón, porque deseo que tu también puedas beneficiarte de los alimentos crudos, de una manera sencilla y viable, sin necesidad de tener que plantearte una dieta 100% crudivegana para obtener las promesas que se suelen promocionar desde el movimiento raw.
PARTE 1: UN POCO A CERCA DE DEL RAW FOOD
¿qué es el raw-vegan food o alimentación crudivegana?
Es una alimentación basada en alimentos vivos/crudos de procedencia vegetal. Una alimentación que por norma huye de los productos muy procesados, ya que estos que éstos están carentes de vitalidad y se alejan de nuestro alimento original.
Desde el raw food se entiende que el alimento vivo es el alimento natural, el cual podemos masticar, digerir, absorber y asimilar perfectamente, tal cual como lo prepara la naturaleza. Éste nos nutre y equilibra, se adapta a la perfección a la fisiología de nuestra digestión.
Todos los alimentos que se consumen son vegetales, crudos o que no hayan sido sometidos a temperaturas superiores a los 42 °C(hay quién prefiere trabajar a un máximo de 38 °C y quién llega hasta 48 °C, yo me quedo con los 42 °C). Esto es así para preservar intactas las enzimas de los alimentos, pues a partir de que estas se mueren, el alimento comienza a degradarse, desvitalizarse con la consecuente pérdida de nutrientes y vitaminas.
Las enzimas son indispensables para la vida, básicas para nuestra química corporal, se las conoce como “las chispas de la vida”, se encuentran en todos los seres vivos. El Dr. Edward Howell demostró como la ausencia de enzimas en los alimentos cocinados, roba enzimas metabólicas al cuerpo. De modo que los alimentos vivos nos permiten ahorrar nuestras enzimas porque ellos poseen las enzimas específicas para colaborar ampliamente con la digestión de ese preciso alimento.
Los principales beneficios de llevar una alimentación crudivegana equilibrada son:
– Es una alimentación muy alcalinizante y depurativa
– Ayuda a revertir el proceso de envejecimiento, pues se consumen alimentos con alto contenido de antioxidantes y enzimas, capaces de revitalizar y regenerar el organismo.
– El organismo aprovecha mejor los nutrientes de los alimentos: vitaminas, minerales, proteínas, grasas, hidratos de carbono, fibra, enzimas y fitonutrientes, muchos de los cuales se alteran o se destruyen durante los procesos de cocción.
– Favorece el proceso digestivo y estimula la producción de flora bacteriana benéfica.
– Es desintoxicante: los alimentos crudos poseen un gran poder depurativo.
– Mejora el funcionamiento del sistema inmune y de las células, elevando nuestras defensas.
– Acompañada con ejercicio físico regular, ayuda a mantener el peso ideal.
Otro dato, quizás no tan comentado pero que personalmente a mi me ha causado gran impacto, es el que parte de los estudios realizados por el Dr. Paul Kouchakof a principios del siglo pasado, sobre miles de personas a las que analizaba la sangre tras la ingesta de distintos tipos de alimentos —y a diferentes intervalos— según el cual, el alimento crudo, a diferencia del que ha sido cocinado, no origina un incremento de glóbulos blancos en la sangre.
El aumento de glóbulos blancos en la sangre sucede siempre que nuestro sistema inmunológico detecta cuerpos o agentes extraños que pueden provocar infección e intoxicación de la sangre. Esta reacción fisiológica que suele suceder un mínimo de tres veces al día, distrae a nuestro “sabio mecanismo interior” de las funciones que son realmente importantes, generando un desgaste innecesario, de forma prácticamente constante.
Sin embargo, y atención que este dato es muy interesante, este mismo doctor descubrió que añadiendo el doble de alimentos crudos en una comida compuesta de crudos y cocinados ligeros (vapor, baño maría, horno), intercalando los bocados entre crudos y cocinados se neutraliza el efecto de los alimentos cocinados.
(Los datos de este estudio quedaron recogidos en el estudio “La influencia del alimento cocinado en la sangre de los humanos”, detallado en el libro de Kouchakof Nuevas leyes de la alimentación humana, publicado en 1937 en Lausanne, Suiza, por la Societ. Vaudoise de Sciences Naturelles.)
Cabe apuntar que dentro de la alimentación crudivegana, existen varias tendencias principales, como la propuesta por la Dra. Ann Wigmore (Hipocrattes Health Institute), fiel promotora del poder de la hierba de trigo, los germinados, los licuados, los fermentos. El Dr. Gabriel Cousens (Tree Of Life), que une la alimentación crudivegana con el ayurveda, El Dr. Douglas Graham, creador del 801010, que prefiere una dieta basada exclusivamente en frutas, hojas verdes y unas pocas semillas.
Estas tendencias quedan así mismo reflejadas en dos principales:
RAW GOURMET
(Acoge tanto a seguidores de la Dr. Ann Wigmore como el Dr. Grabriel Cousens, éstos sin lugar a duda con más tablas y principios que los aventurados al rawfood con total desconocimiento).
Esta tendencia es la más atractiva de las dos, sin duda, es la que encontramos en los restaurantes, pues gracias al uso del deshidratador y echando buena mano de frutos secos y semillas, se consiguen resultados tan sorprendentes como espectaculares (quesos, panes, patés, cremas, hamburguesas, pasteles, galletas…) que poco tienen que envidiar a la cocina tradicional, bueno… tan sólo una cosa: ¡el placer de degustar un plato caliente!.
Los alimentos más utilizados en esta tendencia son: frutas, verduras, hojas verdes, frutos secos, fermentos, algas y brotes de cereales y semillas. Así como un sinfín de condimentos como el tamari (o salsa de soja), aceites de calidad, vinagre de manzana , especies, cacao crudo, algarroba, azúcar de coco, agave crudo, estevia, etc…
Cierto es que los raw foodistas más estudiosos y refinados, echan buena mano de alimentos y prácticas maravillosas para depurar, nutrir nuestras células y potenciar la salud, como son el uso de fermentos, germinados, hierba de trigo…
Sin embargo, desde mi experiencia esta tendencia tiene grandes “peros” si no se lleva a cabo de manera consciente y equilibrada:
– Malas combinaciones de alimentos, mezclas densas y excesivas
– Alto consumo de grasas y frutos secos
– Uso de muchos condimentos acidificantes, como el vinagre de módena
– Largas horas de cocción para obtener platos atractivos.
801010 (diseñada por el Dr. Gouglas Graham)
La más retadora, sin duda. Aquí se apuesta por una alimentación basada principalmente en frutas, hojas verdes tiernas y unas pocas semillas.
80% hidratos de carbono (fruta) + 10% proteínas (hojas verdes) + 10% grasas (semillas)
En esta tendencia se hace especial hincapié en la actividad deportiva, el aire libre, el descanso nocturno y la luz del sol.
Además es muy explícita en cuanto al orden de las comidas y combinaciones de alimentos, por lo que requiere de mucha disciplina, pero por eso mismo resulta asombrosamente depurativa.
Yo me confieso una enamorada de 801010, sus resultados son tan inmediatos como espectaculares, no puedo evitar sentir especial admiración por aquellas personas que la siguen a rajatabla (es muy importante llevarla a cabo, sin errores, para no tener carencias de ningún tipo). Estas personas son normalmente grandes deportistas y entusiastas de la vida, que desprenden energía, salud y lo que yo llamo radiancia (que es para mi un halo de belleza interior proyectado como un aura hacia el exterior).
Sin duda para mi una forma muy natural, sencilla y rápida de alimentarse, depurar y alcanzar un estado de salud elevado.
Sin embargo llevarla a cabo de manera constante y a largo plazo supone un gran reto. Pues básicamente uno se alimenta de frutas, batidos y ensaladas. Un gran reto, tanto personal como por la vida familiar y social que tenemos, en la que cenas y comidas compartidas están a la orden del día.
Además esta alimentación supone una gran inversión diaria en frutas y verduras, pues es muy importante mantener niveles de consumo muy altos tanto de frutas como de hojas verdes para asegurarte que no tendrás carencias de ningún tipo.
Añadir que debido a que no vivimos en un clima tropical en el que hace tengamos una temperatura agradable constante y un abanico de frutas y verduras todo el año, esta alimentación se hace especialmente retadora de llevar en los meses de invierno, en los que las frutas no abundan y tenemos tendencia natural a desear otro tipo de alimentos que nos aporten confort y calienten el cuerpo.
http://www.lalakitchen.com/raw-food-para-todos-una-alimentacion-radiante/
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